Sólo cuando la pata de una silla, mesa u otro mueble se nos desmorona lentamente en la casa, convirtiéndose estos enseres en una especie de ruina, se descubre la existencia del Comején.
Lejos de pensar en el rol que este insecto juegan en el ecosistema descomponiendo materiales orgánicos que luego abonan la tierra, muchos atinan a maldecirlos por destruir la inversión hecha con la uno buscaba dar confort a los espacios de la casa, sin pensar que esta termita tipo Isopteras o especie de hormiga acabaría con todo.
Este insecto, se diferencia por su pequeño tamaño y color blancuzco de la hormiga y porque hace su nido generalmente en la parte alta de los árboles y maderas muertas en estado de descomposión.
Rolando Sanó, encargado de la División de Flora del vice ministerio de Áreas Protegidas y Biodiversidad y, Domingo Sirí, técnico del Departamento de Vida Silvestre del misma área del Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales ponen al descubierto algunos detalles curiosos sobre este insecto, como parte de la cadena alimentaría también sirve de nutriente al Pájaro Carpintero, ave de la isla.
De ahí su importancia en el equilibrio del medio ambiente y que pocas veces se logra comprender el porqué de su existencia.
“El Comején ataca regularmente la celulosa de la madera viejas, en descomposición y la hacen digerible, fertilizan producen beneficios para el suelo, que luego se reflejan con los frutos cosechados”, detalló Sanó.